• La desinformación, la política barata y los intereses personales deben desterrarse de temas que afectan a la sociedad
Al solicitar a diputadas, diputados y actores políticos, actuar con seriedad, trabajo y desterrar la política barata de temas que atañen a la población y que solo encuentran solución en los tribunales y no en la “grilla”, la presidenta de la Comisión de Educación en el Congreso del Estado, Xel Arianna Hernández García, informó que se está analizando a fondo el conflicto en la UDLAP, para evitar escenarios similares en un futuro.
La también diputada por el distrito 11 de la capital poblana, refirió que es urgente legislar para ofrecer resultados a la sociedad, por encima de filias y fobias; ya que la realidad en torno al cierre de las instalaciones de la Universidad de las Américas Puebla, es que más allá de los intereses personales y económicos de la fundación, están los universitarios que han dejado de recibir clases presenciales.
Por eso, dijo, “es urgente dar resultados a la sociedad y dejar de participar en una política barata donde muchos están siendo juez y parte al tener algún interés dentro de la universidad, ya sea en el plano docente o entre el alumnado”.
Declaró que se debe recurrir a voces autorizadas para resolver el conflicto, dejando a un lado la especulación, la desinformación y el fervor político de algunas personas que lamentablemente no encuentran la forma de conseguir reflectores y utilizan temas de coyuntura para llamar la atención.
Expresó que, como presidenta de la Comisión de Educación, siempre ha manifestado total apertura y coordinación de esfuerzos para que los temas educativos marchen por buen camino y subrayó que además de apoyar en lo necesario para la resolución de conflictos, es momento de sentar las bases, mediante la creación de leyes, a fin de evitar a toda costa que intereses personales y económicos de terceros, afecten la enseñanza.
Posteriormente refirió que estos conflictos también deben sentar las bases para trabajar en la profesionalización, lo que implica ampliar la profesionalización no solo en las aulas sino en la política y en la iniciativa privada.
Lo anterior se debe traducir, por un lado, en aplicar conocimientos aprendidos en la administración de empresas sin afectar a terceros, y -por otro lado- trabajar en el ejercicio de la política con hechos y resultados de beneficio social y no convertirse en “merolicos” que repiten discursos para llamar la atención, porque su capacidad educativa no da para la construcción de trabajo político de calidad.
Finalmente subrayó que la libertad de empresa debe prevalecer, pero lo que se debe evitar a toda costa es la afectación a terceros en el ejercicio de un negocio, tal y como sucedió en este caso con el negocio mal llevado de la UDLAP y los universitarios que resultaron afectados por el conflicto.