EL PRINCIPIANTE
Por: Carlos Martínez.
Alejandro Armenta muestra sensibilidad y tacto político al convocar a medios de comunicación poblanos
La convocatoria del coordinador de la Defensa de la Cuarta Transformación en Puebla y próximo precandidato y candidato de Morena a la gubernatura a los medios de comunicación poblanos, una vez que ha obtenido un triunfo contundente en el proceso interno de su partido, tiene muchas lecturas, de entrada, es una muestra de la experiencia, madurez y humildad de un servidor público netamente poblano iniciado desde los 19 años en su natal Acatzingo.
Dar su lugar a los representantes de los medios de comunicación es significativo, si se toma en cuenta que sólo Mario Marín Torres tuvo esos detalles, después Rafael Moreno Valle fue elitista y excluyó a la mayoría de los medios poblanos, a quienes prácticamente ignoró durante su mandato.
En un año 8 meses Antonio Gali intentó recomponer el rumbo y dio un trato diferente y más digno a los medios, posteriormente Luis Miguel Barbosa Huerta tuvo un esbozo de acercamiento con los periodistas, pero solo en su corta segunda campaña, después formó un grupo reducido y a los demás los ignoró por completo, por ello es digna de reconocer la iniciativa del Coordinador de la Defensa de la Cuarta Transformación en Puebla, pues muestra sencillez, ubicación y que no olvida y si tiene muy presente la tarea de los medios de comunicación de su estado.
Precisamente esa sencillez que le caracteriza desde sus tiempos como presidente municipal y luego como diputado local, además de Secretario de Desarrollo Social en Puebla, entre otros cargos, son los que lo acabaron diferenciando enormemente de Ignacio Mier, por eso ganó, pues Mier Velasco nunca tuvo esos detalles con los reporteros y periodistas y si eso se traslada a la gente, que tampoco los tuvo nunca con el pueblo el aspirante Mier, es fácil entender porque los poblanos -Ipso facto- se decantaron mayoritariamente por Alejandro Armenta, quien hoy con toda justicia liderea el movimiento de Morena en el estado de Puebla.
Es decir, hoy es la persona más que el partido, no basta derrochar millones ni tapizar con lonas hasta provocar contaminación visual en los municipios, es indispensable la empatía, la identificación natural del pueblo con el político. La Voz del Pueblo es la Voz de Dios, reza el dicho popular y muy cierto y esa no la compra nadie.
Por todo ello, por fin, luego de 7 tortuosos años de tiempos políticos de inestabilidad en la entidad, existen excelentes expectativas para el futuro inmediato de Puebla, Alejandro Armenta muestra desde ahora con su acertado proceder en general y el altísimo nivel de aprobación que tiene con todos los sectores, que sus posibilidades de triunfo son muy altas y qué, si es gobernador, ejercerá un gobierno cercano, humano y eficiente, sin fingir poses, perderse, ni marearse de poder. En buena hora para los periodistas.